En honor a un gran luchador es que el nombre de este espacio de reflexión, descubrimiento y debate se llama "Pluma o pistola". Hace varios años, Rodolfo Walsh afirmaba que la máquina de escribir, depende de como se la usara, podía ser una pluma o una pistola.
Y el no conocía el poder de lo digital. No nos queda otra en este momento en que tenemos herramientas para llegar a casi todos los rincones del planeta, que hacerle caso.
“El Trencito” y “Los 40” son dos asentamientos ubicados en la zona Sur – Oeste de la Ciudad de Córdoba. La forma de ingresar a las comunidades es a través de la Avenida Amadeo Sabattini a la altura del 6000 aproximadamente. Principalmente, sus calles son todas de tierra y no tienen alumbrado público. Según datos arrojados recientemente por las encuestas realizadas en un Catastro, (relevamiento general de todos los asentamientos de la ciudad de Córdoba) organizado y llevado a cabo por la ONG Un Techo para mi País Argentina, en “Los 40” viven 19 familias y en “El Trencito” más de 200.
Buscando analizar cuál es la situación desde los entes oficiales y conocer cómo viven las familias de esta zona, Bibiana Masuelli, arquitecta de la Dirección Municipal de Hábitat de la Ciudad de Córdoba, explicó: “Hay una zona de la ciudad que se llama Ferreyra, donde hay un trazado antiguo, anterior al traspaso del catastro provincial al municipal (año 60). Todo este trazado está en los planos, pero no está en la realidad. En esa época no se exigía que los planos tuvieran lo que se vaya a ejecutar. Con presentar el proyecto alcanzaba para legalizar”.
Bibiana Mazuelli explica en el mapa la ubicación del
Bv Rivadavia.
Teniendo en cuenta la historia de éstos asentamientos, Francisco Muzzio, director de Habilitación Social de la ONG Un Techo para mi País Argentina en Córdoba, afirmó: “En cuanto a Los 40, se trata de un barrio que fue relocalizado, donde sus miembros fueron trasladados a otros barrios a viviendas de material. Generaciones posteriores que se crecieron en este espacio, cuando formaron sus familias decidieron volver al lugar donde habían nacido”.
Según un relevamiento de la evolución de las Villas de Emergencia en Córdoba, realizado por el Servicio Habitacional y Acción Social (SEHAS) en el año 2001 se muestra que son más de 300 familias las que vivían en la comunidad. El relevamiento muestra la ubicación de los asentamientos: Entre la ruta 9 sur, las vías del Ferrocarril Mitre, La Estación Ferreyra, La Costa del Canal y la calle Rivadavia.
“La zona de El Trencito está ubicada a la vera de la calle principal que según la oficina de Catastro Provincial se llama Rivadavia. Es una calle larga que atraviesa todo el barrio. Para algunos planos este barrio supuestamente está loteado y asfaltado. Los que trabajamos allí sabemos que no está asfaltado y si tiene un loteo, es muy precario y realizado por los vecinos”, agregó Muzzio, referente de la ONG Latinoamericana liderada por jóvenes.
Asimismo y según un relevamiento realizado por equipo de Detección y Asignación de Un Techo para mi País Argentina en Córdoba, el 57, 9 por ciento de los hogares de la comunidad presentan hacinamiento (esto se define por la cantidad de personas que viven por metro cuadrado). Y el 59, 7 por ciento de las personas que viven en el asentamiento comparten colchón, lo que demuestra la situación citada anteriormente.
Rosario Albar Díaz, voluntaria de Un Techo para mi País y coordinadora encargada de estas comunidades sostuvo: “El problema principal hoy es que la calle principal está en muy mal estado y no tiene luz, de noche los servicios de emergencia no entran. El servicio de recolección no pasa y el correo menos”. “La mayor preocupación de los vecinos pasa por la regularización de los servicios, principalmente la luz y la recolección de basura. La situación de la basura se está tornando algo grave”, agregó la joven voluntaria.
En lo que respecta a la propiedad de los terrenos, son distintas las informaciones brindadas por las fuentes consultadas. Desde Hábitat de la Municipalidad indicaron la responsabilidad sobre la calle Rivadavia era de la municipalidad de Córdoba. Por su parte, Un Techo para mi País es su Catastro sostiene que ambos son terrenos fiscales, pero los vecinos comentaron que son privados, y que tienen dos dueños distintos. ”De la Rivadavia para la derecha tiene un dueño, que no deja que nadie se instale de ese lado”, aseveraron los miembros de la comunidad.
Saliendo del centro de la ciudad en dirección al sureste, a unas cuantas cuadras pasando el histórico Arco de Córdoba y siempre sobre la concurrida Avenida Sabattini un auto quiere doblar a la derecha cuando llega a la altura del 6200. Pero no puede. Lo hace, porque según la información obtenida en los mapas oficiales de Hábitat Municipal, la calle Rivadavia debería estar en las mismas condiciones de avenida principal que luce la Sabattini. Sin embargo, al doblar a la derecha, este auto no solo que no encuentra ninguna vía de acceso, sino que tiene que pasar por arriba de las vías del tren (sin existencia de paso a nivel de por medio) para acceder a la calle Rivadavia.
El mapa que aparece en la oficina de Hábitat Municipal, no refleja lo que pasa en la realidad del trazado urbano. Según Bibiana Masuelli, arquitecta de la dirección municipal de Hábitat “la realidad física no está reflejada en los mapas”. En entrevista para esta investigación y con un mapa áereo de la ciudad como fondo, Masuelli afirma que este desfasaje se debe a que Hábitat se maneja con un trazado antiguo, anterior al pasaje del trazado provincial al municipal. “Ese trazado, fue ejecutado alrededor de los años 60 y en ese momento no se exigía que lo que se presentaba en un plano se materializara. Es decir que con el dibujo alcanzaba para que eso quedara como un documento legal. Por eso hay mucha información en planos y no está ejecutado en la realidad”, declara Masuelli.
Para estar en el plano, alguien tiene que haberlo dibujado como un proyecto, haber reconocido las calles como callles, y listo. No hace falta que eso suceda en la realidad.
Para entender un poco de que se trata todo esto, vamos a realizar una visita guiada a uno de los tantos lugares de nuestra ciudad que existen de una manera en los mapas y discursos públicos y de otra totalmente distinta en la realidad tangible de la vida cotidiana, el trazado urbano y la distribución de las tierras.
El Boulevard Rivadavia de punta a punta
Al costado de la calle Rivadavia se encuentran los asentamientos de El Trencito, Los 40 y Ferreyra. (VER "Los no lugares de siempre")En estos barrios irregulares se da un caso bastante particular de encuentros y desencuentros. Por un lado, la situación real de los asentamientos: todas calles de tierra, ausencia de recolección de residuos, de gas natural y de cloacas, luz de gancho, agua traída desde un caño comunitario, calles de tierra, viviendas deficientes, irregularidad en los terrenos, propiedad indefinida de los dueños de las tierras, falta de conocimiento por parte de los vecinos de su situación actual y futura.(VER “No tenemos quién nos guíe, un municipio que nos diga dónde estamos parados”)
Esta información tiene relación con la información recolectada por organizaciones del tercer sector como el informe de “Evolución de las villas de emergencia en Córdoba” realizado por el Servicio Habitacional y de Acción Social (SEHAS) elaborado en el 2007. Esta organización realizó un relevamiento exhaustivo de asentamientos en el 2001 y volvió a replantearlo en el 2007. En el 2001, Villa El Trencito y Los 40 estaba formado por 300 familias (100 en El Trencito y 200 en Ferreyra), sin embargo al actualizarse el informe en el 2007 aparecen ambos barrios erradicados a los barrios ciudad (planes de erradicación y entrega de viviendas provinciales que se llevaron a a cabo con los gobiernos de Martí y de De la Sota).
La última información provista por organizaciones del tercer sector, es un relevamiento de barrios informales que aún está en proceso realizado por la ONG “Un Techo para mi País” (UTPMP) que tomó como base el último informe del SEHAS, volviendo a los lugares que fueron erradicados porque hay alto porcentaje de retorno a los terrenos que se deshabitan.
Los primeros habitantes de la zona se asentaron en 1940. En el 2005-2006, todas las familias de Los 40 y la mayoría de los vecinos de El Trencito fueron traslados a barrios ciudad. Con el paso de uno o dos años, algunas de las familias que se habían ido y los hijos de los jefes de hogar volvieron a asentarse en las zonas previamente erradicadas debido a la necesidad y a las nuevas malas condiciones. Según la última información de UTPMP en El Trencito viven 280 familias, 70 ubicadas a lo largo de la calle Rivadavia y el resto por detrás de esa calle en una distribución irregular de terrenos. En Los 40 viven 19 familias y cerca de 20 en Ferreyra. Estamos hablando de mas de 300 familias ubicadas al menos en 8 “manzanas” con terrenos organizados de manera irregular.
Gonzalo Olariaga, vecino de "El Trencito"
A pesar de esta situación, a 20 minutos en auto de la Municipalidad o de la Dirección de Hábitat, las entidades a cargo tienen información totalmente distinta. El mapa (y por lo tanto la información) manejada por Hábitat Municipal, establece la calle Rivadavia como asfaltada y el barrio loteado y urbanizado. Con manzanas y lotes regulares, del mismo tamaño. Calles trazadas y todo lo que haría pensar a cualquiera que se acerce a esa información, que El Trencito o Ferreyra son barrios como Alberdi, Jardín o Cofico.
De cierta manera sumando a esta información oficial, están los mapas de Catastro Municipal, que si bien se resguardan bajo el “nosotros solo hacemos mapas, no tenemos contacto con los seres humanos” presenta un loteo totalmente regular sobre uno de los lados de la calle Rivadavia (dónde no habita nadie del lado de El Trencito) y un espacio en blanco, vacío (espacios conocidos como “zonas verdes” o “zonas grises” dónde vive gran cantidad de familias sobre la misma calle. Calle que para los vecinos del barrio (algunos viven hace más de 40 años en el mismo lugar), los choferes de los colectivos e incluso Hábitat Municipal se llama Rivadavia, pero que para el Catastro es desde 1980 la calle Juan de Alagón. Y por otra parte, la información es desactualizada, por lo que la última fotografía aérea tomada es del 2009 cuando todavía no había vuelto a vivir al barrio la gran densidad poblacionaria que lo habita hoy en día.(VER "Los mapas de una realidad oculta")
Vecinas como Laura y Viviana aseguraron no saber donde viven. Las entidades con responsabilidad sobre esos aspectos o no saben dónde viven los vecinos o si saben pero no lo bajan a la instancia legal de los planos y mapas. Justificaciones como “son mapas viejos del 60” cuando los “barrios-ciudad” que son obras públicas realizadas por los últimos gobiernos provinciales y que tienen menos de 10 años si aparecen en esos mapas fortalecen o al menos avalan la “no-existencia” de asentamientos como los nombrados, que se convierten en “tierra de nadie” para algunas cosas como las planificaciones urbanas, el trazado de calles, la implementación de obras públicas (luz, agua, gas) y en “zona de todos” para las campañas políticas y la repartija de colchones y bolsones pos-lluvia o pre-elecciones, tal como afirmó Gonzalo, vecino de la zona.
Nadie dijo que “ahí no vivía nadie”. Eso no se discute. Hábitat sabe que sus mapas hoy no sirven para nada porque están desactualizados y totalmente desfasados con la realidad. Como dijo Bibiana, “hay mas de 60 barrios como Ferreyra” (118 según el SEHAS y el número preliminar del Catastro de UTPMP no baja de eso). Catastro también sabe que entre la última foto del 2009 y hoy la situación cambió, pero como “las personas no son su tema” , tampoco hace nada. Mientras tanto, cualquier persona que quiera acceder a la información pública puede hacerlo, pero la mala información o la información incompleta tampoco son efectivas, porque se sigue construyendo una ciudad irreal para casi todos y que condena a la invisibilidad, la marginalidad y la exclusión a muchos. “No saben como vivimos, cuantos somos y que necesidades tenemos. Nadie sabe donde estamos parados. Nosotros tampoco”, como dice Laura, que es vecina de Los 40 o de El Trencito o de un barrio urbanizado o de la nada misma. Depende de que mapa se mire.
Laura, explica su situación de vivienda en el asentamiento
Si te interesó esta nota, acá te indicamos a donde podés acceder para conseguir la información que fundamenta esta investigación.
Vecinos de villa Los 40 y de Villa El Trencito comentan con naturalidad que desde que viven ahí nunca fueron tenidos en cuenta, no conocen su dirección, ubicación, a que barrio pertenecen, en fin, desconocen en donde viven. Lotearon sus terrenos según sus estimaciones y arreglos entre los vecinos aldeanos, marcaron calles y todos dicen vivir sobre el Boulevard Rivadavia.
Nos preguntamos en donde podía estar la información que nos otorgara datos precisos sobre el lugar en el que estábamos ubicados, tal vez podríamos encontrar en algún mapa oficial que nos diera una orientación precisa más allá de la que pudiera manejar un habitante de esas tierras.
Navegando en la página web de la municipalidad nos encontramos con que el Catastro Municipal es la entidad que contiene toda la información reflejada en mapas de la ciudad. Al llegar al edificio municipal nos dirigimos a la ventanilla de la Dirección de Catastro, un empleado municipal intentó darnos los datos buscando el Boulevard Rivadavia en su computadora pero fue imposible encontrarla y nos sugirió esperar a su compañero que tal vez podría llegar a conocer sobre lo que buscábamos.
Luego de una larga espera llegó Lucas, un estudiante de arquitectura que está a cargo de los planos y mapas de la ciudad cordobesa. Al nombrarle la dirección que esperábamos encontrar pudo interpretara al instante por que la tenía presente al estar relacionada con una historia que venía siguiendo hacía un tiempo.
Ingresó el nombre de la calle en su computadora y apareció el plano que abarca la ubicación exacta de la villa El Trencito y de la Villa Los 40 Guasos. En confidencia y sin permitirnos grabar la conversación, Lucas nos contó que años atrás las tierras habían pertenecido a un dueño que ya había fallecido. El antiguo dueño fue quien realizó el loteo de las manzanas que aparecieron en los planos de la computadora, la delimitación de calles y el Boulevard Rivadavia. Al fallecer no realizó la sucesión de herederos y hasta el día de hoy, sus ocho hijos no lograron ponerse de acurdo y hay juicios de por medio.
Lo llamativo de estos mapas fue ver un prolijo loteo de cuadras, calles con nombres y hasta con numeraciones realmente se trataba de un terreno tentativo para edificar pero al recordar las imágenes del barrio caminado no recordamos haber visto ningún loteo a mano derecha del Boulevard Rivadavia, solo vimos un amplio terreno descampado tapado de yuyos.
Lucas seguía con su búsqueda y procedió a mostrarnos los mapas satelitales de la zona. En el mapa capturado en el año 2003 pudimos observar el terreno totalmente poblado, se trataba de la ex villa Los 40 Guasos y El Trencito que fue erradicada en el año 2006. Lucas afirmó “Creo que se trató del plan municipal Mi Casa Mi Vida”. El siguiente registro satelital que encontró era del año 2009 en donde solo se pudimos observar algunas pequeñas huellas de viviendas establecidas en el lugar. Lucas afirmó que esa fue la última actualización catastral que posee la Municipalidad de Córdoba y sonriendo afirmó que claramente ahí ya no hay nada a partir de la erradicación de la villa de emergencia a los barrios ciudad.
Continuando con nuestra búsqueda, nos encontramos con que en otros planos el Boulevard Rivadavia figura con el nombre Juan de Alagón. Lucas llamó a una compañera de trabajo que maneja la información de las ordenanzas. Con su aporte descubrimos que en el año 1980 esta calle dejó de llamarse Bv Rivadavia a partir de la ordenanza 7070/80 y pasó a llamarse Juan de Alagón, nombre que desconocen tanto los actuales pobladores de las tierras como las autoridades de Hábitat de la misma Municipalidad.
La información que posee la municipalidad no condice con la realidad y estos datos no están ocultos a los ojos de los cordobeses. Cualquier ciudadano que quiera conocer más sobre esta temática puede visitar la página de la Municipalidad de Córdoba www.cordoba.gov.ar y navegar en los mapas que muestran en este caso, representaciones de una realidad que no existe:
Si desea ahondar más en la investigación lo invitamos a un recorrido por las diferentes Direcciones municipales. Allí podrá recopilar información variada sobre esta temática pero cabe aclarar que mucha de esta información aparentemente no es compartida entre las diferentes Direcciones ya que entre ellas se contradicen o bien no todas cuentan con las últimas actualizaciones.
Para acceder a los mapas del territorio municipal, la Dirección de Catastro ubicada en el 7º piso de la Municipalidad de Córdoba, cuenta con mapas y con fotos satelitales de Córdoba. Por otra parte la dirección de Hábitat Municipal es la entidad que debería integrar y relevar lo que dicen los mapas con lo que sucede en la realidad para que haya coherencia entre esos documentos y con la realidad. Finalmente, si desea obtener información sobre las ordenanzas municipales relacionadas con urbanismo, la entidad correspondiente es Planeamiento Urbano.
Conocer sobre asentamientos urbanos marginales, su existencia y ubicación no es tarea fácil porque ni el gobierno provincial y tampoco el municipal cuentan con estos datos, en este caso la fuente más confiable es el Servicio Habitacional y de Acción Social (SEHAS) que es la única organización que hasta el momento cuenta con datos del número de asentamientos y su ubicación real en el territorio de Córdoba Capital, pero el último catastro realizado por esta organización fue en el año 2007. La publicación de todos los datos está disponible para todo aquel que lo requiera acercándose a la entidad.
Si desea obtener información verídica y actualizada lo invitamos a recorrer el asentamiento, sus calles y sus rincones, a tener una charla con los vecinos del lugar y así a contrastar la información que figura en los documentos oficiales con la realidad.
Vivir en asentamientos o comúnmente llamadas “villas de emergencia” no es nada sencillo. Los pobladores de estas comunidades, en primera persona, nos cuentan a qué desafíos deben enfrentarse a diario: la falta de servicios públicos básicos, la inseguridad, el “olvido” por parte de la sociedad y muchas otras situaciones más.
¿Cómo influye en la vida cotidiana de éstas comunidades el no aparecer en los mapas oficiales? ¿Son incluidos en las políticas públicas del Gobierno? Los protagonistas lo cuentan:
Laura Elena Cuello: “Hace 4 años que vivo aquí en villa Los Cuarenta, y parte de El Trencito. Estoy en el medio de las dos partes. No tenemos quién nos guíe, ni municipio que nos diga dónde estamos parados. No saben cómo vivimos, cuántos somos y que necesidades tenemos. Nadie sabe dónde estamos parados, no sabemos si existe la calle Rivadavia o no. Todas las familias estamos viviendo en emergencia, y queremos una mejora, una solución de vida para nosotros y para nuestros hijos. La policía solo pasa para situaciones de emergencia. Acá estamos olvidados de todos. Los insumos a veces entran. No tenemos basurero. La mayoría no sabe cómo llegar a mi casa. Prácticamente nadie entra. Sería importante que alguien entre para preocuparse por nos otros.
Gonzalo Olarriaga: “Hace cuatro años que vivo acá. A veces, debemos salir a las dos de la mañana para ir a un dispensario y no te atienden porque no hay seguridad o porque no hay médicos disponibles. Cada vez que llueve, tenemos que salir en barco. Todos estos terrenos son fiscales, son de nadie. Nunca tuvimos asfalto, nunca pasó una maquina. Los colectivos hay que tomarlos en la ruta. La basura no entra. Acá no entra ni la policía, porque no conocen el lugar”
Héctor Antonio Valero y Adriana del Valle Heredia: “Hace 50 años que vivimos en el barrio. El traslado fue hace 5 años, cuando sacaron todos los de Los Cuarenta y El Trencito, y los trasladaron a Ampliación Ferreyra, Ciudad Evita y Ciudad de mis Sueños. La mayoría de la gente volvió. La gente que vive en El Trencito es de otros lados: de Villa Boedo, de San Antonio, entre otros. El Trencito está en Rivadavia y Los Cuarenta en la zona de Costa Canal. Son como cinco cuadras para adentro del barrio. Nunca hubo planes de asfaltar la calle Rivadavia”.
Viviana, Vecina de El Trencito: “Las ambulancias, los taxis no entran, acá no entra nadie. Porque no quieren venir acá. El Boulevard Rivadavia nunca fue asfaltado”.
Quiero empezar este post con una cita de Stanley Fishque me gusta mucho: "La interpretación no es el arte de analizar, sino el arte de construir". El pensamiento del hombre cambia, las maneras que este tiene para configurar el mundo también. A medida que pasa el tiempo, y en relación al contexto en el que el hombre se encuentra, las espectativas e intereses también van mutando. Si miramos a un chico de 10 años del 1900, a uno del 2000 y a uno del 2011 podemos ver que a la misma edad, sus proyecciones, deseos, aptitudes y sueños son totalmente distintos. Algunos más conservadores, dicen que los chicos de hoy no piensan, que son superficiales y desinteresados. Otros los idolatran cuando ven la cantidad de cosas que pueden hacer al mismo tiempo y a semejante velocidad.
Yo creo, que ni unos ni otros son más o menos inteligentes. El hombre tiene la capacidad de adaptarse al entorno que construye.
Hoy en día, cuando nos damos cuenta que algo cambió y empezamos a entenderlo, vuelve a cambiar. Pero los que nacieron en la era digital son los que pueden internalizar ese dinamismo mucho más rápido (justamente por las características del entorno en el que crecieron).
¿Qué pasa con las escuelas?
Uno de los espacios que necesita hacerle frente a este "conflicto" es la escuela, espacio de diálogo y aprendizaje en conjunto por excelencia. Los alumnos son nativos digitales y los docentes, en su gran mayoría, intentan ser los mejores inmigrantes tratando de adaptarse a una sociedad cada vez mas tecnificada.
Lo que me llama la atención, es que muchos autores especialistas en el tema titulan sus artículos con la palabra "versus", que significa "contra" o "frente a". Por eso empecé este texto con la cita de Fish. Porque no estoy de acuerdo con el "vs". Si quieren que usemos esta definición, está bien. Pero nativos e inmigrantes no están en contra. Y mucho menos en la escuela. Si los docentes quieren interpretar las TIC´s no tienen que analizarlas, sino construirlas. Y construirlas en conjunto con sus alumnos. Internet plantea y pone en crisis, pero también potencia a través de las plataformas colaborativas, el tiempo real y el poder estar conectados todo el tiempo, la esencia de la dialogicidad tan anhelada en el ámbito educativo.
Ahora el tema es... ¿Cómo lo hacemos?
Podemos llenar la escuela de nuevas tecnologías. Computadoras, netbooks para las casas de los alumnos, proyectores....Pero pasaría esto.
O podemos darnos cuenta, que las nuevas tecnologías y lo "2.0" no son herramientas técnicas o tangibles. Sino que es actitud. Como dice Alejandro Piscitelli (@piscitelli) la linealidad o la no linealidad depende mas de la cognición y de las emociones que de la plataforma desde nos comuniquemos.
Los docentes tienen que dejar de estar a la defensiva. Si son inmigrantes digitales, que mejor que sus alumnos para enseñarles y construir juntos algo nuevo utilizando las tecnologías que hay a disposición. Es clave entender la lógica de estos tiempos. Y principalmente ser concientes de que "antes tener la información era poder, hoy tiene poder quien la comparte".
Café 2.0 con Alejandro Piscitelli
Por último, comparto algunas herramientas interesante para usar realmente los soportes 2.0 en el aula con la actitud que eso requiera =)
Esta idea la propone Sal Khan, fundador de una “Academia Virtual”, un verdadero visionario de cómo la tecnología puede cambiar la escuela. La clase se convierte entonces en el momento para que los chicos consoliden lo que aprendieron y lo apliquen. La novedad es que no lo hace solo: el maestro y sus compañeros de clases (especialmente lo más avanzados) están para ayudarlos.