Saliendo del centro de la ciudad en dirección al sureste, a unas cuantas cuadras pasando el histórico Arco de Córdoba y siempre sobre la concurrida Avenida Sabattini un auto quiere doblar a la derecha cuando llega a la altura del 6200. Pero no puede. Lo hace, porque según la información obtenida en los mapas oficiales de Hábitat Municipal, la calle Rivadavia debería estar en las mismas condiciones de avenida principal que luce la Sabattini. Sin embargo, al doblar a la derecha, este auto no solo que no encuentra ninguna vía de acceso, sino que tiene que pasar por arriba de las vías del tren (sin existencia de paso a nivel de por medio) para acceder a la calle Rivadavia.
El mapa que aparece en la oficina de Hábitat Municipal, no refleja lo que pasa en la realidad del trazado urbano. Según Bibiana Masuelli, arquitecta de la dirección municipal de Hábitat “la realidad física no está reflejada en los mapas”. En entrevista para esta investigación y con un mapa áereo de la ciudad como fondo, Masuelli afirma que este desfasaje se debe a que Hábitat se maneja con un trazado antiguo, anterior al pasaje del trazado provincial al municipal. “Ese trazado, fue ejecutado alrededor de los años 60 y en ese momento no se exigía que lo que se presentaba en un plano se materializara. Es decir que con el dibujo alcanzaba para que eso quedara como un documento legal. Por eso hay mucha información en planos y no está ejecutado en la realidad”, declara Masuelli.
Para estar en el plano, alguien tiene que haberlo dibujado como un proyecto, haber reconocido las calles como callles, y listo. No hace falta que eso suceda en la realidad.
Para entender un poco de que se trata todo esto, vamos a realizar una visita guiada a uno de los tantos lugares de nuestra ciudad que existen de una manera en los mapas y discursos públicos y de otra totalmente distinta en la realidad tangible de la vida cotidiana, el trazado urbano y la distribución de las tierras.
El Boulevard Rivadavia de punta a punta
Al costado de la calle Rivadavia se encuentran los asentamientos de El Trencito, Los 40 y Ferreyra. (VER "Los no lugares de siempre") En estos barrios irregulares se da un caso bastante particular de encuentros y desencuentros. Por un lado, la situación real de los asentamientos: todas calles de tierra, ausencia de recolección de residuos, de gas natural y de cloacas, luz de gancho, agua traída desde un caño comunitario, calles de tierra, viviendas deficientes, irregularidad en los terrenos, propiedad indefinida de los dueños de las tierras, falta de conocimiento por parte de los vecinos de su situación actual y futura. (VER “No tenemos quién nos guíe, un municipio que nos diga dónde estamos parados”)
Al costado de la calle Rivadavia se encuentran los asentamientos de El Trencito, Los 40 y Ferreyra. (VER "Los no lugares de siempre") En estos barrios irregulares se da un caso bastante particular de encuentros y desencuentros. Por un lado, la situación real de los asentamientos: todas calles de tierra, ausencia de recolección de residuos, de gas natural y de cloacas, luz de gancho, agua traída desde un caño comunitario, calles de tierra, viviendas deficientes, irregularidad en los terrenos, propiedad indefinida de los dueños de las tierras, falta de conocimiento por parte de los vecinos de su situación actual y futura. (VER “No tenemos quién nos guíe, un municipio que nos diga dónde estamos parados”)
Esta información tiene relación con la información recolectada por organizaciones del tercer sector como el informe de “Evolución de las villas de emergencia en Córdoba” realizado por el Servicio Habitacional y de Acción Social (SEHAS) elaborado en el 2007. Esta organización realizó un relevamiento exhaustivo de asentamientos en el 2001 y volvió a replantearlo en el 2007. En el 2001, Villa El Trencito y Los 40 estaba formado por 300 familias (100 en El Trencito y 200 en Ferreyra), sin embargo al actualizarse el informe en el 2007 aparecen ambos barrios erradicados a los barrios ciudad (planes de erradicación y entrega de viviendas provinciales que se llevaron a a cabo con los gobiernos de Martí y de De la Sota).
La última información provista por organizaciones del tercer sector, es un relevamiento de barrios informales que aún está en proceso realizado por la ONG “Un Techo para mi País” (UTPMP) que tomó como base el último informe del SEHAS, volviendo a los lugares que fueron erradicados porque hay alto porcentaje de retorno a los terrenos que se deshabitan.
Los primeros habitantes de la zona se asentaron en 1940. En el 2005-2006, todas las familias de Los 40 y la mayoría de los vecinos de El Trencito fueron traslados a barrios ciudad. Con el paso de uno o dos años, algunas de las familias que se habían ido y los hijos de los jefes de hogar volvieron a asentarse en las zonas previamente erradicadas debido a la necesidad y a las nuevas malas condiciones. Según la última información de UTPMP en El Trencito viven 280 familias, 70 ubicadas a lo largo de la calle Rivadavia y el resto por detrás de esa calle en una distribución irregular de terrenos. En Los 40 viven 19 familias y cerca de 20 en Ferreyra. Estamos hablando de mas de 300 familias ubicadas al menos en 8 “manzanas” con terrenos organizados de manera irregular.
Gonzalo Olariaga, vecino de "El Trencito"
A pesar de esta situación, a 20 minutos en auto de la Municipalidad o de la Dirección de Hábitat, las entidades a cargo tienen información totalmente distinta. El mapa (y por lo tanto la información) manejada por Hábitat Municipal, establece la calle Rivadavia como asfaltada y el barrio loteado y urbanizado. Con manzanas y lotes regulares, del mismo tamaño. Calles trazadas y todo lo que haría pensar a cualquiera que se acerce a esa información, que El Trencito o Ferreyra son barrios como Alberdi, Jardín o Cofico.
De cierta manera sumando a esta información oficial, están los mapas de Catastro Municipal, que si bien se resguardan bajo el “nosotros solo hacemos mapas, no tenemos contacto con los seres humanos” presenta un loteo totalmente regular sobre uno de los lados de la calle Rivadavia (dónde no habita nadie del lado de El Trencito) y un espacio en blanco, vacío (espacios conocidos como “zonas verdes” o “zonas grises” dónde vive gran cantidad de familias sobre la misma calle. Calle que para los vecinos del barrio (algunos viven hace más de 40 años en el mismo lugar), los choferes de los colectivos e incluso Hábitat Municipal se llama Rivadavia, pero que para el Catastro es desde 1980 la calle Juan de Alagón. Y por otra parte, la información es desactualizada, por lo que la última fotografía aérea tomada es del 2009 cuando todavía no había vuelto a vivir al barrio la gran densidad poblacionaria que lo habita hoy en día. (VER "Los mapas de una realidad oculta")
Vecinas como Laura y Viviana aseguraron no saber donde viven. Las entidades con responsabilidad sobre esos aspectos o no saben dónde viven los vecinos o si saben pero no lo bajan a la instancia legal de los planos y mapas. Justificaciones como “son mapas viejos del 60” cuando los “barrios-ciudad” que son obras públicas realizadas por los últimos gobiernos provinciales y que tienen menos de 10 años si aparecen en esos mapas fortalecen o al menos avalan la “no-existencia” de asentamientos como los nombrados, que se convierten en “tierra de nadie” para algunas cosas como las planificaciones urbanas, el trazado de calles, la implementación de obras públicas (luz, agua, gas) y en “zona de todos” para las campañas políticas y la repartija de colchones y bolsones pos-lluvia o pre-elecciones, tal como afirmó Gonzalo, vecino de la zona.
Nadie dijo que “ahí no vivía nadie”. Eso no se discute. Hábitat sabe que sus mapas hoy no sirven para nada porque están desactualizados y totalmente desfasados con la realidad. Como dijo Bibiana, “hay mas de 60 barrios como Ferreyra” (118 según el SEHAS y el número preliminar del Catastro de UTPMP no baja de eso). Catastro también sabe que entre la última foto del 2009 y hoy la situación cambió, pero como “las personas no son su tema” , tampoco hace nada. Mientras tanto, cualquier persona que quiera acceder a la información pública puede hacerlo, pero la mala información o la información incompleta tampoco son efectivas, porque se sigue construyendo una ciudad irreal para casi todos y que condena a la invisibilidad, la marginalidad y la exclusión a muchos. “No saben como vivimos, cuantos somos y que necesidades tenemos. Nadie sabe donde estamos parados. Nosotros tampoco”, como dice Laura, que es vecina de Los 40 o de El Trencito o de un barrio urbanizado o de la nada misma. Depende de que mapa se mire.
Laura, explica su situación de vivienda en el asentamiento
Si te interesó esta nota, acá te indicamos a donde podés acceder para conseguir la información que fundamenta esta investigación.
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