Vivir en asentamientos o comúnmente llamadas “villas de emergencia” no es nada sencillo. Los pobladores de estas comunidades, en primera persona, nos cuentan a qué desafíos deben enfrentarse a diario: la falta de servicios públicos básicos, la inseguridad, el “olvido” por parte de la sociedad y muchas otras situaciones más.
¿Cómo influye en la vida cotidiana de éstas comunidades el no aparecer en los mapas oficiales? ¿Son incluidos en las políticas públicas del Gobierno? Los protagonistas lo cuentan:
- Laura Elena Cuello: “Hace 4 años que vivo aquí en villa Los Cuarenta, y parte de El Trencito. Estoy en el medio de las dos partes. No tenemos quién nos guíe, ni municipio que nos diga dónde estamos parados. No saben cómo vivimos, cuántos somos y que necesidades tenemos. Nadie sabe dónde estamos parados, no sabemos si existe la calle Rivadavia o no. Todas las familias estamos viviendo en emergencia, y queremos una mejora, una solución de vida para nosotros y para nuestros hijos. La policía solo pasa para situaciones de emergencia. Acá estamos olvidados de todos. Los insumos a veces entran. No tenemos basurero. La mayoría no sabe cómo llegar a mi casa. Prácticamente nadie entra. Sería importante que alguien entre para preocuparse por nos otros.
- Héctor Antonio Valero y Adriana del Valle Heredia: “Hace 50 años que vivimos en el barrio. El traslado fue hace 5 años, cuando sacaron todos los de Los Cuarenta y El Trencito, y los trasladaron a Ampliación Ferreyra, Ciudad Evita y Ciudad de mis Sueños. La mayoría de la gente volvió. La gente que vive en El Trencito es de otros lados: de Villa Boedo, de San Antonio, entre otros. El Trencito está en Rivadavia y Los Cuarenta en la zona de Costa Canal. Son como cinco cuadras para adentro del barrio. Nunca hubo planes de asfaltar la calle Rivadavia”.
- Viviana, Vecina de El Trencito: “Las ambulancias, los taxis no entran, acá no entra nadie. Porque no quieren venir acá. El Boulevard Rivadavia nunca fue asfaltado”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario